LOS REMATES BANCARIOS


 ¿QUE SON LOS REMATES BANCARIOS?


Qué son

Los bancos otorgan decenas de miles de créditos hipotecarios cada año. Pero alrededor de 4% de los acreditados incumple con el pago de la hipoteca, por lo que los bancos recurren a mecanismos legales para recuperar la propiedad, que quedó como garantía en caso de incumplimiento de pago.

Pero como los bancos no se dedican a vender inmuebles, una vez que un juez les ha concedido la razón en un asunto de incumplimiento de contrato con sus acreditados, lo que quieren es recuperar al menos una parte del monto del crédito.

Un remate inmobiliario es un proceso judicial mediante el cual un juez pone a disposición del mejor postor una propiedad inmobiliaria recuperada. El dinero que se obtenga de la venta servirá para que el banco recupere una parte de su inversión.

Cómo funcionan

Los remates bancarios son propiedades inmobiliarias que pueden llegar a costar hasta 60% menos que su valor real en el mercado, por lo que resultan muy atractivos para los compradores.

El proceso para comprar una casa en remate judicial es el siguiente:

1.    Un juez emite un edicto mediante el cual da a conocer la ubicación y características de una propiedad inmobiliaria recuperada

2.    Los interesados en adquirir la propiedad acuden a Bansefi y depositan 10% del valor publicado, así entran a una subasta

3.    El día de la subasta, los interesados realizan sus ofertas y el inmueble es adjudicado al que más haya ofrecido

 

 


 

Riesgos

Sin embargo, comprar una casa o departamento en estas condiciones tiene sus riesgos y no todo es tan bueno como suena. Para empezar, como la propiedad suele estar ocupada por el acreedor del banco que se encuentra en litigio, el posible comprador no puede verla por dentro, por lo que no sabe en qué condiciones se encuentra. También es posible que el dueño original haya incumplido en pagos de mantenimiento, predial, agua y otros. Cuando tú compras la propiedad en remate, adquieres todas esas deudas, así que muchas veces terminas gastando mucho más que lo que originalmente pensabas.

Otro gasto que mucha gente no toma en cuenta es el de los impuestos. Cuando tú compras una propiedad mediante un crédito hipotecario, el vendedor paga los impuestos correspondientes. Pero en el caso de un remate bancario no es así: ¡los tendrás que pagar tú! También necesitarás cubrir el costo de la escrituración y otros gastos notariales, por lo que el precio del inmueble será más grande de lo que pensabas.

Además, para participar en un remate bancario deberás contar con el dinero en efectivo, pues no se aceptan créditos hipotecarios de ningún tipo para adquirir una propiedad en remate.

Otro factor que debes de considerar es que el hecho que hayas adquirido el inmueble legalmente no significa que sus ocupantes actuales vayan a irse de la noche a la mañana: puede que necesites contratar los servicios de un abogado especializado en desalojos para que obligue a los antiguos dueños a dejar el inmueble y así tú puedas ocuparlo, remodelarlo, venderlo o hacer lo que quieras con él.

Este proceso, por desgracia, puede llevar meses o incluso años, pues en México los procesos legales son lentos, engorrosos y muchas veces, turbios.

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